Por tratar de entender la realidad me volví loca, no concilie el sueño nunca mas y toque fondo, perdí mi juventud y mi niñez de un zorbo ondo, tratando de entender la realidad me quede sola.
A mis cortos 20 años fui consciente, del dolor, de la alegría y de la muerte, de la infancia de mis padres y sus carencias, sus errores, sus aciertos, su experiencia.
Adquirí temor a cosas no vividas, aprendí a decir verdad también mentiras, imite a los que creí ser los mejores, formule mi manifiesto de valores.
Traicione y me traicione por ser humano, camine, trote y corrí sabiendo en vano, que el destino mas allá de la carrera, era mismo para mi y para cualquiera.
Intentando ser tal vez de otra manera, me di cuenta que hay que ser como nos toca, por más fuertes y constantes que sean los golpes, el mar sigue siendo mar, la roca, roca.
Me vestí de juez y también fui juzgado, sin salida transitorias ni jurado, fui inocente y asesina de mis sueños, fui inquilina y una sola vez fui dueña.
Elegí mi profesión y la abrace, prometí honrar la casa a la que entre, bese la mano del que me había alimentado, pensé el futuro mirando desde el pasado..
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